La denuncia de Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández complicó aún más al expresidente. En su testimonio, la primera dama describió un patrón continuo de violencia y maltrato, indicando que los ataques se volvieron sistemáticos hacia el final del mandato de su expareja.

«Empezaron los cachetazos diarios. Él se empezó a poner cada vez más nervioso, y yo le decía que no iba a vivir más en Argentina», expresó en su escrito judicial. La ex primera dama también afirmó haber buscado proteger a su hijo del ambiente hostil que ella misma había soportado.

El fiscal Ramiro González, encargado de la investigación, se encuentra en las etapas iniciales de imputación contra Fernández. En colaboración con la Unidad Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) y la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC), González prepara las primeras pruebas y la citación de testigos para avanzar en el caso.

Uno de los temas debatidos en el expediente es la solicitud de la defensa de Fernández de trasladar el caso a la justicia federal de San Isidro, argumentando la incompetencia de los tribunales de Comodoro Py. La defensa también planteó que el caso debe ser tratado por la justicia federal debido a la función presidencial de Fernández.

La querella, por su parte, no solicitó el cambio de fuero, pero destacó que el maltrato descrito por Yañez no se limitó a Olivos, sino que comenzó en 2016, cuando la pareja residió en Puerto Madero.

DETALLES DE LA DECLARACIÓN DE YÁÑEZ

En su declaración, Yáñez solicitó encuadrar los hechos como actos de «violencia de género» y lesiones graves. En el relato, describió agresiones físicas y psicológicas constantes, y citó momentos específicos como el golpe en el ojo y otros episodios de violencia que incluyeron maltrato durante su embarazo y después de una fiesta en Olivos.

También acusó a varias personas cercanas a Fernández de no intervenir o de haber ignorado las agresiones. Entre ellas, mencionó a Ayelén Mazzina, ex ministra de la Mujer, y a Juan Pablo Biondi, ex vocero presidencial. Además, señaló al médico presidencial Federico Salvatierra por haberla asistido en varias ocasiones tras agresiones.

El juez dispuso medidas cautelares, incluyendo la prohibición de comunicación directa entre Fernández y Yañez. Sin embargo, la ex primera dama alegó que el ex presidente continuó contactándola, lo que llevó al secuestro de su celular para investigar posibles incumplimientos de la orden judicial. En las próximas semanas, se esperan nuevas diligencias y la presentación de más pruebas, así como la citación de testigos clave. 

Fuente:Diario Chaco